Rosa vuelve a nacer.
Estas palabras quieren ser un
homenaje a la vida, un brindis por Rosa.
Hablamos en ocasiones desanimados, vivimos
aletargados dejándonos invadir demasiadas veces por el
negativismo y la opacidad. Sin embargo hay algunas personas que no responden a ese perfil y una de ellas es Rosa.
Rosa cayó en la carretera un 10
de octubre …..nadie apostaba por ella, su familia, se aferraba a un suspiro de
aliento, pero la evidencia y el desánimo
iba ganando terreno hacia un
final, tan anunciado como sorprendente.
El accidente sucede a las 12 de la
noche, ocurre como consecuencia de otro, por atender a la conductora de un
vehículo, que había colisionado con ellas por una distracción y queda en
mitad de la carretera. Sin pensarlo mucho, dejan el coche en el arcén e
intentan acercarse a socorrerla, aunque el accidente estaba ya señalizado con
las luces intermitentes de los coches que se aproximaban, un vehículo potente, hace caso omiso a la señalización, no
las ve y se las lleva por delante, 37 metros por el asfalto...su amiga se quedó allí.
El gravisimo accidente, destroza
gran parte de sus órganos, y pone su vida
en manos del destino, con la única oposición de la fuerza y el apego a la vida que Rosa
desde su inconsciencia ejerce, intentando frenar ese final presagiado.
Son
muchas las idas y venidas de los equipos de reanimación, que consiguen una y
otra vez mantenerla con vida, una vida que pende del más sutil de los
hilos. Conectada a un pulmón artificial, asistidas sus constantes vitales, en
coma....pero dicen que la fuerza del
cariño, y la energía positiva, en
ocasiones, ayuda a mejorar y hace más resistente nuestro instinto de
supervivencia.
Un día, Rosa consigue salir de su encierro
inconsciente, pero tiene que aprender a
respirar, hablar y andar y lo hace,
porque su espíritu es tan fuerte, como para arrancárselo de las manos al mismo
cielo.
Tras un periplo entre luces y
sombras, mejora, sale del hospital, se recupera, escribe un libro para contar su experiencia vital, es algo que necesita. Y poco a poco las aguas vuelven a su cauce. Rosa es
una luchadora nata, es un ejemplo de superación personal, nos cuenta
como gracias a su pelea diaria por volver a la “rutina”, comienza una nueva
etapa marcada por el estudio, los viajes y los sueños, pero el gesto y
la actitud de Rosa han cambiado. Siempre se ha caracterizado por su buen
carácter y la despreocupación propia de los pocos años, pero la vida nos va
poniendo a prueba aunque no queramos...
“En un estado como el mío, una
opción es hundirse y ver como pasa la vida por delante de ti sin hacer nada
para cambiar la situación. Otra, es luchar para recuperar esa vida que te han
roto e intentar recomponerla. Esa es mi decisión”
Creo que deberíamos echar un vistazo a esa filosofía de vida, que ante las grandes dificultades, uno se supera y busca de donde no hay para hacerles frente. Si podemos luchar por nuestra vida ¡como no vamos a poder luchar por cualquier otra cosa!
Rosa “VIVE”, es un testimonio vivo de lo que le ha pasado,
de lo que le rodea, es reflejo de lo que lleva en su interior, belleza y
bondad.
Saludos queridos Calados y lectores.
“VIVE”
Rosa Gonzalez Soldado
Ed. Cultivalibros
Gemelas, la vida nos pone en situaciones límite por su dramtismo. Y sí, hay dos actitudes: hundirte o salir a flote. He vivido la primera y ahora intento vivir la segunda actitud que es muy difícil de acometer, pero que con esfuerzo y perseverancia se aprende.
ResponderEliminarDespues de todo este relato ha tenido un final feliz, que ha permitido a Rosa contar su experiencia.
Bss y bss.
La superación, la esperanza, la lucha...en estos tiempos que corren ejemplos como el de ella es lo que más necesitamos..seguir adelante a pesar de las adversidades.
ResponderEliminarBonita historia.
Abrazos
Jo... ejemplos a seguir, y que nunca se me olviden ;D
ResponderEliminargracias por la reflexión
Besos abisales
Hacen falta estos temas en los tiempos difíciles que vivimos, gracias por traerlo.
ResponderEliminarUn saludo.
Estás en lo cierto Mar, lo conseguirás, las personas que tienen que enfrentarse a situaciones límites y lo superan, son especiales.
ResponderEliminarUn gran abrazo
Todos podemos contar episodios en los que nos ha hecho falta coraje, paciencia y voluntad de seguir adelante, haciendo camino.
ResponderEliminarAbrazos para ti
Es difíicil que se olviden Abismo, cuando conoces a una persona como Rosa, te das cuenta que su energía se expande como las ondas y te traspasa, es dificil olvidar a personas valientes, porque nos dejan huella
ResponderEliminarAbrazos
Me alegro de compartirlo contigo Dean
ResponderEliminarUn abrazo y buen fin de semana!
Me alegro por ella.
ResponderEliminarEspero que supere todas las dificultades.
Besos.
Sin duda lo hará.Personas como Rosa se retroalimentan. Su energía positiva sale, nos golpea y vuelve a ella multiplicada.
ResponderEliminarBesos Toro
Muchas gracias a todos. En especial a la autora del relato. Con valoraciones como las vuestras en más fácil seguir adelante al reconocer esa lucha incansable que he tenido desde un primer momento. Muchos pensaban que era un milagro, pero no, es la fuerza de una energia positiva insaciable que no ve otro camino que no sea salir de ese abismo con toda la fuerza del mundo y mirando siempre adelante. Podemos.
ResponderEliminarQuerida Rosa, sigue demostrando con esa fuerza que te caracteriza que si se quiere, está mucho más a nuestro alcance el poder con todo.
ResponderEliminarSabiendo que gran parte de los beneficios de tu libro son para el fin que son, te deseo mucho éxito con el libro y con todos tus proyectos, que me consta que los tienes.
Un fuerte abrazo
Queridas Gemelas, gracias por lanzarnos este avión de papel lleno de ánimo y de lucha en estos tiempos que vivimos. También quiero aprovechar la ocasión de agradecer, no sólo como administradora del blog, sino a nivel personal a Rosa Gonzalez Soldado por enseñarnos que la vida está hecha para aquellas personas que no se rinden y que lejos de conformarse con vivir de rodillas, hacen suya la lucha y se levantan.
ResponderEliminarMi aplauso infinito para esta mujer tan fuerte y gracias por animarnos a conseguir cada cual nuestras metas, demostrándonos que con esfuerzo, se puede y podamos.
Una vez más Gemelas, me postro ante vosotras y me quito el sombrero.
Besos a todos los lectores también.
Arwen