A principios de noviembre, El Corte Ingles se encarga de colocarnos el chip del consumo para esos días, presentando, regalos envueltos en papel dorado y brillante, luces, burbujas, toda una planta de adornos navideños, cada vez más sofisticados. ¿Dónde ha quedado el árbol modesto, hecho con una rama de pino, a veces poco armoniosa y de proporciones diversas?, con sus bolas de colores, figuras de piñas, cajitas de regalos, el bambi, ese árbol coronado, por la estrella, por esa estrella anunciadora, con su estela adosada a modo de cola, el árbol que terminaba rodeado de espumillón, el que nunca llegaba a darle la vuelta completa y había que empalmar estratégicamente. La Navidad de nuestra infancia, lejana, añorada y única.
Es verdad que para algunos, la Navidad ha perdido su significado, si alguna vez lo tuvo, o tal vez lo perdiera a medida que nos han ido dejando personas queridas que ya no están para compartirla.....
Pero volvamos a la primera Navidad, la que desean los más pequeños de la casa, abrigada, con exceso de comida, dulces, regalos.... y sin ánimo de crear mala conciencia en ningun@ de vosotr@s, por querer disfrutarla de esta manera con ellos, quiero mirar un momento a todos los que por circunstancias que no se merecen, no pueden tener Navidad. Sabéis de lo que os hablo, seguro que conocéis muchos de éstos, o los veis por la calle, en los albergues o en los Medios.
Estoy convencida que hay mil formas de acercarles un poco nuestra Navidad.
Yo me pongo deberes para la semana festiva, y quizá me de una vuelta por la ciudad para colgar alguna estrella, allá donde haga falta......y sí, ¡ me quedo con mi Navidad! y sigo manteniendo ese deseo, un deseo sanador que alimenta mi energía.
Que disfrutéis de una Navidad hecha a vuestra medida.
Me despido hasta el año que viene, con esta versión de uno de los villancicos más clásicos, (con un final....que hay que oir)
Me despido hasta el año que viene, con esta versión de uno de los villancicos más clásicos, (con un final....que hay que oir)
Nuestros mejores deseos para el próximo año, amigos Calados y Lectores.
Marinela