Siempre se ha dicho eso de que "Dios escribe recto, con renglones torcidos".
Paradoja de tres pares de narices, no como refrán, que bien es sabido, de estos se dice eso de que son perlas de sabiduría. Absurdo de concepto.
Paradoja de tres pares de narices, no como refrán, que bien es sabido, de estos se dice eso de que son perlas de sabiduría. Absurdo de concepto.
En cualquier caso y mirando al cielo esa fría mañana, fue para mí imposible el no fijarme en la oportuna disposición de las nubes, su forma de trazar sobre el azul del
cielo aquella extraña falsilla, y que trajo a mi mente esos "renglones
torcidos de dios".
Digo yo que dios no ha de escribir, ni con renglones torcidos ni de
ninguna otra forma, que para eso el ser supremo no necesita apuntar
nada, y sí en cambio y de un tirón, dicta sus máximas y leyes por pura
inspiración... Divina. Y porque de hacerlo, además, ¿Cómo demonios va a
ser esa estupidez de la rectitud dentro de la torcedura? ¿Qué
idea imposible es esa? Supongo que interpreto esas
palabras como una referencia a lo inimaginable e impredecible de los
designios del divino. Más aún, lo rematadamente intrincados que han de
ser estos, lo mal que lo hemos de pasar, por imperativo de los mandatos
del hacedor, merced a esos sus designios, para, tras un tortuoso
peregrinaje por los torcidos renglones de las leyes del altísimo, acabar
consiguiendo con más sudor y lágrimas que otra cosa, nuestros sueños,
rastreros las más de las veces, siempre pequeños, de mortales
insignificantes y pecadores irredentos. O tal vez los suyos, camino infalible hacia la salvación eterna.
Sea lo que sea lo que consigamos hacer de nuestras vidas, dudo mucho que
hubiera nadie, por muy dios que fuese, que deba previamente escribir el
argumento que darán nuestros pasos. Ni renglones torcidos ni nada por el estilo. Nuestras vidas son lo que las leyes de la física y la
matemática, la química y la biología, van haciendo que sean. Porque
hasta la más baja de nuestras pasiones, y el más rotundo de nuestros
fracasos, y, cómo no, el más aclamado de nuestros éxitos son y serán por
cosas que nada tienen que ver con los designios de nadie... ¿O sí?
Seguro que el Altísimo tiene además ocupaciones distintas que andar escribiendo las vidas de los que nos movemos por estos mundanos escenarios. Yo más bien lo imagino repasando a conciencia, una y otra vez, las fórmulas de las trayectorias, elipsis e hipérbolas de todos y cada uno de los astros, estrellas y demás planetas, planetoides, meteoros y cuerpos celestes, que allá en el principio de los tiempos se le ocurrió ir poniendo en cada rincón del universo para llenar la nada con la que se encontró. Por la cuenta que le trae no vaya a ser alguno choque y se monte la de dios...
Seguro que el Altísimo tiene además ocupaciones distintas que andar escribiendo las vidas de los que nos movemos por estos mundanos escenarios. Yo más bien lo imagino repasando a conciencia, una y otra vez, las fórmulas de las trayectorias, elipsis e hipérbolas de todos y cada uno de los astros, estrellas y demás planetas, planetoides, meteoros y cuerpos celestes, que allá en el principio de los tiempos se le ocurrió ir poniendo en cada rincón del universo para llenar la nada con la que se encontró. Por la cuenta que le trae no vaya a ser alguno choque y se monte la de dios...
¡Qué sé yo! En fin, por suerte tenemos el fín de semana para pensarlo. Un saludo calado.
Emilio
Como siempre genial. Me has arrancado más de una carcajada. Si Dios anda escribiendo en reglones torcidos habrá que darle un par de collejas porque está escribiendo una novela muy violenta, no hay más que ver el telediario matutino, que o lo apagas o vomitas. Como tu dices, no creo que Dios ande perdiendo el tiempo escribiendo las vidas de unos seres que sólo tratan de destruir su creación. Ya lo dije: mira hacia otro lado o simplemente ya no mira.
ResponderEliminarMejor con humor, sin duda. Y hasta con ironía, aunque hay quien dice que es peor que el fascismo, cosa que yo no comparto. El fascismo nunca hace esbozar una sonrisa. La ironía sí.
EliminarSaludos!
Buen debate este, estamos en manos de Dios o pesamos demasiado y nos va dejando caer allá por donde pasa?Y si se dedica a la literatura más vale que cambie de estrategia o de publicista porque con ese "marketing" no lo va a leer ni la corte celestial, ¡y encima con renglones torcidos!.
ResponderEliminarBuena foto, me da la sensación de que sea el mar el cielo...
Pues sí, al final habrá que echarle la culpa a su "gabinete de imagen". Me alegra te guste la foto.
EliminarSí, las nubes ofrecían un patrón curioso, igual era cosa de una mano divina...
Un saludo y gracias!
Divagar acerca de unas nubes preguntándose si dios está por ahí detrás escribiendo nuestro destino con reglones torcidos e ideas derechas siempre es recomendable hacerlo con humor, con buen humor, no veo otro modo y a mi me has arrancado más de una sonrisa. Yo por más que mire al cielo o al suelo no veo los designios de dios en parte alguna, ni imaginarme puedo que haya nada por ahí preocupándose de estos pobres mortales y sus penas o alegrías.
ResponderEliminar¡A disfrutar de ese cielo despejado y la primavera que se asoma! no porque lo diga dios, sino porque ya va tocando.
Besos
Dí que sí Jara. Y me reitero y ratifico, mejor con humor porque si no... Y es que es muy fácil escusar todo tras la voluntad y el designio de un ser supremo. Yo creo que nos va mal porque somos malos, y nada más. Y acabamos con el planeta porque nadie vela por él, elegimos nuestro destino y labramos nuestro futuro. Para lo bueno y para lo malo.
EliminarGracias y besos de vuelta!
Hola Emilio. Tu foto oportuna como siempre y llena de luz. Sabes captar los momentos. Los comentarios los comparto, sobre todo el de la creación de las luminarias celestes. Me imagino a Dios colocando a modo de farolillos de verbena, una estrella aquí, otra allá y por allí una que corra desesperada a través de los años.Lo de los renglones es otra cosa. Mi opinion es que suceden cosas a los mortales que parecen cambiar de rumbo de repente y no como las programadas estrellas, si no cuando menos te lo esperas. Sucede lo contrario a lo esperado y si es bueno el resultado se dice eso "que Dios escribe recto con renglones torcidos"
ResponderEliminarBueno no es ninguna correccion, es añadir informacion.Sabes que te quiero y me gusta tu trabajo. Besos.
Aceptada tu información y me alegra compartamos la visión de un "dios" colocando estrellas, quién sabe... Lo mismo digo Chelo, y muchas gracias por tus piropos. Besos para tí cargados de estrellas.
EliminarMi madre siempre me decía "confía en Dios y no corras", de manera irónica me quería decir que siempre pusiera los medios para asegurar las cosas. Depende en gran manera de nosotros nuestros éxitos y fracasos, aunque he de reconocer que el azar también interviene.
ResponderEliminarLa imagen es muy curiosa, nunca ví así enmarcada unas líneas de espuma de nube en el cielo. Pero quizás sean las estelas que se van desvaneciendo de los aviones a reacción que surcan espacio aéreo, esos si controlan y dominan el señorío territorial al dictado de las grandes potencias.
Besos.
Así es, el azar existe. Hay quien ve justo en ese "cachito" la mano de un hacedor. Tampoco diré yo que no. No sé, no apostaría por lo de los aviones, pero tampoco soy un experto. A mí me parecen quizá cirros, aunque a veces éstos se originan a partir de estelas de aviones...
EliminarBesos y gracias Gemelas.
Por lo que deduzco que pensamos de manera parecida... Un saludo y gracias Tracy
ResponderEliminar¡Qué chulada de foto!
ResponderEliminarPrefiero pensar que soy libre de decidir.
Salu2.
Gracias Dyhego!
EliminarMe gusta que te guste. Y, ni lo dudes, pensamos igual...
Saludos de vuelta.
Hola Emilio,
ResponderEliminarCuando vi la fotografía, en el móvil y sin las gafas, me pareció una porción de mar detrás de dos montañas, ya ves. Resultó ser un trozo de cielo y paisaje urbano, desde abajo. Me gusta y la asociación con el texto es genial. Una composición de tres triángulos. El cielo, un triángulo con el ojo de Dios.. y aquí intentando que los que nos viene mal dado tenga un porqué. Yo no comparto esa visión un poco zen de que todo ocurre por alguna razón. Más bien creo que después de ladear la cabeza para ver los renglones más rectos y no conseguirlo, buscamos aplacar el cabreo, el dolor o la decepción intentando que nos sirva para algo. Para mí tantas situaciones injustas o dolorosas que vivimos son sólo eso. Aprender de la aceptación o de la rebelión ya es cuestión de cada uno. O incluso no aprender, sólo soportar.
Me ha gustado mucho.
Un abrazo.
Aaportas una reflexión y un punto de vista personal..., es lo que más me gusta, que el impulso de lo que yo pienso y escribo de pie a vuestras propias aportaciones, visiones de lo que planteo, de lo que plasmo en la foto y planteo en mi reflexión.
EliminarMuchas gracias Nepalí, encantado como siempre y un abrazo para tí!