CONDUCTORAS SUICIDAS: LA MÚSICA, CÓMPLICE DE TANTAS HISOTORIAS

Mucho tiempo ha pasado entre la fotografía de cabecera y los anuncios publicitarios de hoy.....

La publicidad tiene que representar y traducir una realidad cotidiana, marcando el tipo de público al que va dirigido, por lo que debe ser, persuasiva, sincera, sencilla....original, precisa, llamativa, breve, creativa, además de dar una información efectiva, debe utilizar un canal de comunicación que nos asegure la línea directa a las emociones, ¿cuál?, la música. Ella conseguirá el vínculo de unión entre el objeto publicitado y nosotros, ya que transmite sentimientos, emociones, una forma de ser....

De algunos anuncios recordamos sintonías, estribillos, incluso a veces, sin relacionarlos con el objeto de venta. La música siempre ha sido un reclamo utilizado para llamar la atención sobre aquello que se quiere vender o publicitar.

Con los medios de comunicación de ahora, es difícil que los mensajes no lleguen a un público masivo. La televisión tiene una gran ventaja, se ve en los hogares, lugar donde las personas se sienten seguras y no están expuestas a lo que los demás puedan pensar.

La televisión, es un medio extraordinariamente efectivo para los anuncios, éstos pueden apelar a las emociones y empatía de los televidentes. Se puede ver felicidad o pena en los ojos de una persona, la sonrisa orgullosa de un padre, la mirada tierna de una recién estrenada madre. Se puede ver asombro o escepticismo, todo un surtido de emociones, sensaciones ante la publicidad.




A los mensajes se incorporan imágenes, movimiento y música. Un compendio de elementos creando el conjunto armónico que nos envuelve. Y como núcleo de ese grupo armónico, la música como principal protagonista, ella marca el ritmo, la intensidad, el deseo. La melodía es la pista sobre la que se desliza la escena que exhibe el anuncio, la música es el hilo conductor, el elemento que pone el acento o la sutileza, el sustituto, en algún caso de la palabra, todo para engancharnos, para disparar al epicentro del público elegido.

La publicidad tiene por objeto, aparte de la venta, resaltar la condición más relevante de aquello que se publicita, dando por hecho, en muchas ocasiones, que la propia marca es garantía de todo lo que no se dice. Algo que ya se conoce y no hay que dar demasiadas explicaciones, entonces, solo queda recrearnos en su belleza y todo lo que imaginemos, sugerido por unas imágenes engendradas al compás de la música; armonía, belleza, confort, emoción....




Y todo este preámbulo, a modo de excusa, para hablar de lo que más me gusta, LA MÚSICA, cómplice de tantas historias intuidas en la publicidad.

La música se ha considerado bajo distintos puntos de vista: En el siglo XX, el progresivo contacto con la música cultural y la posibilidad de escuchar música en variadas fuentes, hace que esté al alcance de todos. Pudiendo decirse que la música nos traslada a un mundo superior donde el alma puede sentir un enorme placer.

Según Beethoven, la música nos transporta al mundo donde queremos estar, provocando sentimientos, positivos o no, melancólicos, tristes o alegres, que concebimos en un mundo elegido por nosotros, ajeno y fugaz, tan fugaz como la misma melodía.

Y..........me quedo con Beethoven porque...........

..........la música acaricia los sentidos, emociona el alma y eleva el ánimo en busca de esa paz tan anhelada o de la pasión deseada. La música es la palabra cuando no elegimos hablar para expresarnos, es el tatuaje que graba en el alma, un sentimiento que nos invade una y otra vez.

Es la fuerza de unos acordes, que reflejan un mundo interior para ofrecer y regalar sin condiciones. Es parte de nuestra vida, es esa canción que haces tuya, porque en sus notas, has oído como suena la partitura que dejará huella en tu vida.

"La música suena en un paréntesis de mi conciencia, donde en la magia de un sueño, escucho dos palabras que me hacen emprender el vuelo"

Abrazos, queridos Calados y Lectores.

Las Gemelas del Sur