Prefiero esta foto. Esta foto de risas y alegría. Aylan es tan feliz que su sonrisa enseña todos sus dientecillos y sus ojos se cierran. Junto a él su oso de peluche y su hermano. Probablemente, y a pesar de la sangrienta y salvaje guerra que asola Siria, eran niños felices, acostumbrados al sonido de las bombas y al terror de la guerra.
Que nadie piense que no he puesto la foto del pequeño Aylan en la playa por miedo a herir sensibilidades. Me importan un rábano las sensibilidades de algunos, que parecen ofenderse porque se hagan públicas este tipo de fotografías. Y es que a veces nuestra adormecida conciencia sólo se puede despertar de un guantazo, y de un guantazo merecido.
Pero la otra fotografía me hizo llorar. Andaba yo por Face buscando frases chorras de esas de autoestima y vídeos de gatitos revoltosos, y de repente, desde la pantalla, me saltó la foto. Como un escupitajo agrio, como una hostia - con perdón-, bien dada. Recorrí con mi mirada aquel cuerpecillo vestido con camiseta roja y pantalón azul, preparado para conquistar el mundo, para dejar atrás la sinrazón de los hombres que se creen humanos. Y sentí una necesidad inmensa de abrazarlo, envolverlo en una suave manta y contarle un cuento. Un cuento de esos que acaban bien, un cuento en el que los niños felices no mueren sobre la arena de la playa, un cuento de comer perdices y abrazar a suaves osos de peluche.
Aylan, sin quererlo, se ha convertido en un símbolo. Pero hubiera sido un millón de veces mejor que ahora estuviera jugando en la guardería, correteando por la playa, dormido en su cuna. Que nadie hubiera conocido su rostro, que no se hubiera hecho tristemente famoso.
Como un día dijo Woody Allen, si Dios existe, espero que tenga una buena excusa.
Descanse Aylan en la paz que nunca llegó a conocer.
Tremendo y triste...Estamos en unos momentos bastante trágicos, en todos los sentidos...y este año, se está cobrando muchas vidas de muchos modos y maneras. Las guerras nunca son opciones, al contrario, la mejor opción es la paz. Las guerras las crean los seres humanos por intereses, por fanatismos y por un largo etc...porque no solo es este niño y otros niños que mueren. Están las esclavas sexuales de esos seres sin corazón, que desean que el mundo no progrese. Son niñas y adolescentes de otras religiones que son violadas, maltratadas, ultrajadas, torturadas y asesinadas...o vendidas como esclavas. A los critianos los asesinan y no se habla de ello en televisión porque no vende, no interesa y el resto del mundo no nos entereamos...y como este ejemplo, hay muchos más.
ResponderEliminarDe injusticias esta plantado el planeta en estos momentos, solo que solo nos interesa lo que los periodistas televisivos nos cuentan según sus intereses, porque lo que no vende se silencia.
Lo que me entristece es que siempre culpamos a Dios, de la crueldad del hombre en este momento en el mundo...no solo es Siria, son muchos lugares del mundo y muchas injusticias...
Si, amiga, Dios existe, tengo mis pruebas personales, pero no es el culpable de nuestra hambre de maldad...estamos al libre albedrío de hacer lo que deseamos, pero los castigos existen y cada cual recoje su siembra cuando llega el momento.
Es necesario aprender a pensar por si mismos, a abrir los ojos y observar, a informarse, a no dejarse manipular por los grandes manipuladores de mentes que saben muy bien como guiarnos a su terreno de intereses.
Disculpe mi largo comentario...yo también lamento esos sucesos.
Un cálido abrazo
Hola Pili. Encantada de tener un comentario tan largo. Evidentemente, de las maldades que comete el ser humano sólo es responsable el ser humano, pero si Dios existe -repito-, debe estar aterrado de ver en qué se ha convertido su obra. A lo largo de la histgoria, el ser humano, como tú dices, ha puesto de manifiesto su crueldad en numerosas ocasiones. La ira de los pueblos es el cáncer que impide la paz. Pero no soporto que sufran los niños. Es algo que me puede. Gracias por tu comentario.
EliminarTodas las palabras se quedan cortas.
ResponderEliminarTodas. Te aseguro que lloré cuando ví a ese niño, tan desprotegido, tan solito, tan frío.
EliminarLa excusa, si la hubiere, no valdría !!!!!!!
ResponderEliminarComo le he dicho a Pili, hace mucho tiempo que me inquieta ese silencio del Dios en el que creía. Pienso que, si existe, nos ha dado la espalda. Y no es para menos.
Eliminarvivimos en un mundo terrible, fabricado por nosotros mismos, que permite esas cosas. Poco más se puede decir a lo que aportas
ResponderEliminarBesos
La historia nos devuelve a otros horrores cometidos por el ser humano. El egoísmo nos puede. Es una pena.
Eliminarmi silencio más atronador es lo único que puedo dejar
ResponderEliminarun abrazo
Es suficiente, porque cualquier palabra se queda corta.
EliminarQué terrible pensar que sin su cuerpecito tirado en la playa, nuestro gobierno seguiría mirando a otro lado y hablando de efecto llamada y otras mentiras, qué terrible pensar que necesitamos sentir tanto dolor y rabia para ser capaces de obligarlos.
ResponderEliminarMe encantaría que la única foto fuese la que subes hoy, pero me aferro a la idea de que su dolor pueda salvar a otros muchos niños que necesitan un cuento para dormir seguros
Sí Pilar. A veces necesitamos un revulsivo para despertar. El pequeño Aylan nos ha despertado. Su muerte ha sido terrible pero es también la semilla de la esperanza. Gracias por tu comentario.
EliminarBuenas noches, Amparo. Ha pasado año y medio o más desde nuestra última conversación tecleando a mansalva las teclitas del ordenador, y te leo de nuevo y me admiro por lo que mis ojitos descubren en tu blog. Has progresado adecuadamente desde que yo dejé de hacer entradas para hacer salidas inútiles. Y mucho, Amparo. Me ha gustado un montonazo tu artículo. Sobran, evidentemente, esas hostias y esas afirmaciones de la realidad de otros cómodamente aparcada (o no) en tu sofá o sillón o silla o taburete o banqueta o lo que sea, de país inconvulso y tranquilo (en líneas generales). Pero, apartando esas naderías, el resto me ha impresionado. Espero que me digas algo de mi última entrada, que trata sobre Chacho, un amigo mío de ésos, de los de toda la vida. Has cambiado los perritos o los gatitos o los bichitos que sean (escalerita inferior a la humana en los escalones evolutivos, ¡gracias Darwin!), por seres humanos. Aleluya, aleluya, aleluya. Mis más sinceras felicitaciones y espero, como siempre, las tuyas. Cordiales saludos desde Madrid (capital de España) de Santiago (patrón de España).
ResponderEliminarCuánto tiempo, Santiago. Me alegro de verte por aquí. Pareces sorprendido de que escriba sobre personas, y es que a mí las personas -al menos las que parecen seres humanos-, me importan mucho. Eso no quiere decir- no te ilusiones-, que no volveré a escribir sobre mis queridos gatos, seres inteligentes donde los haya. Ahora mismo pasaré por tu blog y te haré la visita, sobre todo para ver si sigues tan incisivo. Saludos cordiales desde Valencia, la ciudad de la luz y la corrupción. Pero se vive bien aquí. Bienvenido.
EliminarMe decepcionas, Amparo. Uno, por no responderme en mi blog (sonido de lágrimas resbalando mejilla abajo y de corazones rojísimos, casi comunistas,traspasados por flechas), Y dos, por considerar que los gatos son seres inteligentes. ¿Los gatos tienen inteligencia? ¡No te lo crees ni tú! Instinto y para de contar. Por eso se dejan hacer de todo, como los esclavos irracionales que son, sin protestar nunca. El día que los gatos tengan inteligencia se vendrá abajo todo el entramado evolutivo, no sólo el de Darwin, sino el de nuestra condición de únicos seres capaces de entender y modificar el entorno en el que nos movemos. ¿Para cuándo un "el planeta de los gatos"? Vale el de los simios, como criaturas más cercanas a nosotros (únicos bichos con inteligencia), pero espero que jamás a nadie se le ocurra filmar (salvo en dibujos animados para consumo infantil infantiloide infantina o infantino), ni una sola imagen con gatos "humanizados". ¡Viva el mundo al revés! ¡Miau, que no "viva", gritarán los maulladores desinteligenciados! ¡Miau, miau, miau, miau, miau! Y de ahí no los sacará ni la gatomaquia entera ni micifuz y zapirón, una de Lope de Vega, los otros de Samaniego, fábulas ambas para almas necesitadas de moralejas en su proceso de aprendizaje (niños o niñas o niños y niñas). En fin, Amparo, que sí, que lo que tú quieras, pero los gatos tienen la misma inteligencia que la lombriz de tierra, las salamandras, los toros o los virus de la gripe: ninguna. Ya te digo y te repito, incisividad, mucha incisividad, ¡dame una caña o dos o tres que tengo sed, camarera gatuna!, en tus comentarios y mucha inteligencia en los únicos que la tienen: nosotros. Los gatos, a la gatera. Y como ya es tarde, pues eso, que no te vayas a la gatera, sino a la cama, donde duermen los homínidos de pro y de pra. Cordiales saludos desde Madrid, ciudad como las demás. Como París (ciudad de la luz) o de Valencia (ciudad de la corrupción, según tu aserto, no el mío asertante). Perdona el copia y copia y sigue copiando. Hasta cuando tus inteligentes palabras quieran.
EliminarPostdata: Perdona, amparo, pero no me dices nada de las sillas, ni de los sillones orejones o no, ni de los taburetes ni de los sofás, ni de los canapés, ni de cualquier elemento sobre el que reposar el "pompis" (te juro que se lo he oído esta noche a una adolescente con sus amiguitas subiendo o triscando tan felices ellas hacia el futuro, mientras la luna de plata brillaba quietecita como siempre, su nubilidad arriba). Me gustaría otro artículo tan doliente como el tuyo sobre cómo se interpreta el mundo que no se conoce, o se destripa únicamente por la TV o por fotografías que pueden estar trucadas o manipuladas o falseadas o estirilizadas o no estirilizadas, desde un mullido cojín y acariciando un gatito al lado. ¡Voto a bríos! Acariciemos a los niños y soltemos a los gatos. Los de porcelana a la estantería, los de verdad al campo. Y los fantásticos, a la mente agatunada de sus procreadores. Con la cordialidad de siempre.
EliminarOjalá que este pequeño no sea símbolo de lo irremediable para otros muchos. Las guerras continúan porque los que deben evitarlas (a pesar de gestos falaces y con la boca chica) se preocupan más de sus opulencias descontroladas que de la vida de los chiquillos como Aylan, como Alí, o como tantos otros a los que no se les ha dado la oportunidad de seguir sonriendo junto a un oso de peluche.
ResponderEliminarHola Koncha. La verdad es que a mí particularmente esta foto me duele tanto o más que la del niño sobre la arena. En esta se ve que Aylan era un niño feliz y despreocupado, era un niño amado que no merecía un final como el que ha tenido. La infancia NO se merece la crueldad y los intereses creados de los adultos. Gracias por tu visita.
EliminarEs muy triste que haya muerto este angelito, como otros muchos, que la mar nunca los devolverá, por lo que jamás sabremos de ellos; y tener que escuchar a estos mierdas de políticos europeos decir mentiras con una falsa solidaridad, repartiéndose a los refugiados, cuando son la mayoría de ellos cómplices por estar al servicio de las industrias armamentísticas y promotores de muchas de estas guerras. Vergüenza les debería de dar a todos.
ResponderEliminarUn abrazo.
Eso es lo peor, la rabia que sentimos cuando vemos que Europa se reparte a los refugiados como quien se reparte canicas. No somos conscientes del dolor ajeno. Europa se está haciendo muy muy vieja. Y es una pena. Gracias por tu visita, Manuel.
EliminarEs muy triste que haya muerto este angelito, como otros muchos, que la mar nunca los devolverá, por lo que jamás sabremos de ellos; y tener que escuchar a estos mierdas de políticos europeos decir mentiras con una falsa solidaridad, repartiéndose a los refugiados, cuando son la mayoría de ellos cómplices por estar al servicio de las industrias armamentísticas y promotores de muchas de estas guerras. Vergüenza les debería de dar a todos.
ResponderEliminarUn abrazo.
Como reza esta canciôn "Solo le pido a Dios que la guerra no me sea indiferente, ese monstruo grande que pisa fuerte toda la inocencia de la gente" Dios de las guerras, Dios de la paz. En esa dualidad nos movemos. Llámese Dios o principios, o ideología o cienciología. Al fin y al cabo la naturaleza humana.
ResponderEliminarBesos
Yo también prefiero esta foto del antes, pero no pudimos, no supimos o simplemente no quisimos evitar la otra.
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