miércoles, 23 de julio de 2014

CONDUCTORAS SUICIDAS. Conducción Zen


Matías, autónomo de un pequeño negocio de jardinería, superviviente todavía de esta acosadora crisis, ha meditado la idea de cómo abordar las vacaciones. Se ha dejado llevar por el pensamiento Zen que impregnó su vida cuando contactó con esa filosofía para crear esos relajantes jardines japoneses. No tuvo que hacer grandes esfuerzos para entenderla, porque Matías ya era una persona sencilla, que buscaba saborear sus vivencias cotidianas con su aquí y su ahora, conectado con el flujo de la naturaleza. De modo que alejándose de esos indicadores macroeconómicos y de su incomprensión y estupefacción por la gula monetaria de muchos innombrables, sigue a su intuición y ha decidido marcharse de vacaciones, eso si, dentro de sus posibilidades, de vuelta a sus orígenes, al pueblo que por fortuna tiene playita y todo.

Con el carácter pragmático de los japoneses, Matías planifica detalladamente su salida.

Deja a su mujer en el centro comercial para que prepare la intendencia y él se dirige al taller de su mejor amigo “el tuercas” con su concienzuda lista de control sobre su inestimable coche, prolongación de su ser.

Primer paso para ser un Conductor Zen, deshacerse de los sufrimientos que llevan los imprevistos, llámensen averías y así gozar de la tranquilidad de una buena conducción. Revisar los niveles de los líquidos, frenos, refrigerante, limpiaparabrisas, batería y el nivel de desgaste de los neumáticos (1,6 mm, mínimo)y su presión, así como la regulación de las luces.

Sigue con el segundo paso, encontrar su postura zen, imaginándose un Buda sedente con las piernas ligeramente flexionadas y las manos al volante en posición de las diez y diez; con el confort del aire acondicionado, revisada su carga de gas; con el suave discurrir del coche, gracias a unos amortiguadores en buen estado; sintiéndose protegido por el cinturón y el reposacabezas y regulados los espejos retrovisores para tener ojos en la nuca (el tercer ojo de Buda).

Como el destino es entrañable y conocido, su trayecto está más que claro por lo que se desembaraza del móvil, el GPS, desconecta la radio y prepara el clima para una meditación conductora, para activar una mente que no se mueve y cuando hace algo, simplemente lo hace, fluye con el tráfico en movimiento armónico. Encuentra su espacio, respeta la zona invisible que rodea a cada uno y no se pega al de delante.

Su principal máxima, la amabilidad, ayudando a los demás te ayudas a ti mismo, siguiendo la enseñanza del Gran Amor, la Gran Compasión y el gran Camino de Bodhisattva.

Pero toda meditación tiene una técnica y Matías practica la meditación de la Mente Clara, simplemente ser consciente de lo que está ocurriendo en ese mismo instante, esa mente oye a los coches yendo y viniendo, el viento que roza, el movimiento de las ruedas, el ronroneo del motor, el clic,clic del intermitente, todo ello acompañado con la técnica de la respiración abdominal, contando las inspiraciones hasta 10. En la mente clara no existe ningún sonido que sea considerado ruidoso o molesto, todo es como es.

Ahora bien, Matías reconoce que todavía es principiante para mantener esta técnica , se ha puesto a prueba cuando ha llegado a un hermoso y monumental atasco, circunstancia que ha superado claramente a su mente zen.

Viñeta  de www.e-faro.info
Con la mentalidad mística y oriental de Matías o con la filosofía occidental y práctica de su señora, nos vamos de vacaciones, el cómo ya nos lo dictará el fluir del universo o el de nuestros ahorros.

Nos leemos en septiembre y hasta entonces disfrutad de unas buenas vacaciones, queridos Calados y Lectores.

12 comentarios:

  1. ¡Que las disfrutes!
    ¡Y mucho cuidado al conducir!
    Salu2 conductivos.

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    1. Igualmente, Dyhego. Saborea las vacaciones a placer.
      Feliz regreso!!!

      Besos.

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  2. ...a disfrutar Gemelas!
    Que todo os vaya de maravilla.
    Felicitaciones por este excelente y útil pots como despedida...temporal!
    Abrazos.
    Ramón

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    1. A deleitarse con cada momento de esas merecidas vacaciones, Ramón, disfrútalas tu también.

      Nos leemos a la vuelta.

      Besos.

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  3. Con Matías al volante, nada puede salir mal, una mente con "conciencia plena" es la mejor garantía.
    Todo en armonía, dándose cuenta de cada paso, cada movimiento, cada estímulo, disfrutando hasta de los atascos!!

    ¡Buen viaje de ida y de vuelta!

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    1. No estaría mal que se enseñara esa conducción a la japonesa en las autoescuelas, pero me temo que conducimos como somos y habría que establecer esa filosofía en todos los ordenes de la vida.
      Al menos si no es Buda que sea Doña Prudencia las que nos guíe.

      Besos compañera Calada.

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  4. Mira que me cuesta conducir con mentalidad Zen... Hombre, "zen...tado" voy sí, pero más... Procuraré armarme de paciencia y volver en Septiembre. Buen verano!

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    1. Bien, la postura es importante y a Buda siempre lo hemos visto sentado e incluso acostado, y eso es un principio. La paciencia es la antesala de la meditación de modo que ya estás en camino de ser un monje Zen.

      Recarga la bateria de reflexiones y flases, pero disfruta mucho de tus vacaciones. Nos vemos a la vuelta de ellas.

      Besos, amigo Calado.



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  5. Es que hay algunos atascos en los que hasta Buda saldría del coche gritando y echando espuma por la boca...

    Disfrutad de las vacaciones!

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    1. Bueno , eso es que Buda no conoce la tortilla de patatas en fiambrera. En caso de atasco un aperitivo en plena cuneta con esta delicatesen y se te quita todos los males.

      Aprovecha hasta el último instante de tus vacaciones, Ehse. Buen verano!!!

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  6. Conducción zen, alimentación zen, actitud zen e general..... Está genial. Aquí y ahora. Siempre conscientes.......

    ...O casi siempre. Dejemos un espacio para el caos, para, sin causar daños a terceros, soltarnos la melena y sentir como locos y sin moderación.... o no?

    En la carretera, din dudarlo, como Matías. Gracias por todo lo que enseñas, por los consejos..

    Feliz agosto!!

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  7. Creo que esa es la piedra filosofal, "sin causar daños a terceros", actuar con total libertad eligiendo nuestro estilo de vida.

    Gracias, Nepalí, por acompañarnos en este camino del Territorio Calado.

    Disfruta de las vacaciones y vuelve a pasear con nosotros en animada charla.

    Besos veraniegos.

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