viernes, 7 de febrero de 2014

FOTO POR TÍ_Mal rayo (no) me parta


Puede pasar una vez entre dos millones trescientas veinte mil veces, pero...

Cuando los hados están en nuestra contra, es mejor que no nos pillen de paseo en una anochecida de tormenta eléctrica. Porque hay cosas difíciles de ver, difíciles de creer, difíciles de ocurrir, difíciles hasta de imaginar y casi imposibles de fotografiar, pero, nunca se sabe, todo puede pasar... 
Así que vas tan tranquilamente caminando por la calle, la misma calle que recorres todos los días en tus trayectos cotidianos. Vuelves a casa tras una jornada más o menos dura o no, o sales a despejarte, a ventilar tus ideas, a tomar el aire, a empaparte de urbanismo, a compartir con el mundo un rato de tu existencia y ¡zas!, sin previo aviso, repentina y bruscamente, una fuerza descomunal de mil millones de vatios, va y te cae encima, achicharrándote el cráneo y en consecuencia, todo lo que éste guarda dentro, es decir, tu cerebro. Y por supuesto todo lo que viene estando por debajo de tu cabeza.
De repente y sin comerlo ni beberlo, te churruscas como si fueras un chorizo al diablo, y al diablo te vas convertido en carboncillo. Así, sin tiempo a reflexionar ni nada. Sin derecho al pataleo y sin la opción de elegir susto. Tarde. Es ya tarde para tí, bueno, para lo que queda de lo que fuiste.
Porque, lógicamente la cosa acaba mal, muy mal. No lo cuentas. Eso es casi seguro.

Así que conviene, creo yo, practicar la vieja máxima del conocido aforismo latino: Carpe diem.

Aprovecha el momento. Aguza tus sentidos. Dirige al frente la mirada sin titubeos. Avanza en pos de un futuro que ya escribes. Puedes hacerlo porque aún tienes presente. Siente el bombeo de la sangre en tu pecho. Escucha tu corazón. Exprime cada uno de sus latidos. Y hazlo ahora, hazlo a tiempo, hazlo antes de que un rayo te parta.
Más vale eso. Porque nunca se sabe.

Y si estabas pensando amigo Calado, que esta foto es una mentira... Si crees que es imposible que todo esto pasara a la vez y en el mismo tiempo y espacio, justo en el momento en que mi cámara y yo pasábamos por allí y nos dábamos cuenta de todo ante la mirada extrañada del hombre de la gabardina..., presta atención y repasa despacio la pantalla de tu ordenador, se consciente de qué es lo que ves y reflexiona... ¿acaso crees que alguna foto es más verdad que esta? Y no olvides que como ya dije alguna vez, en mis fotos pongo más de lo que veo. Pongo lo que siento, lo que imagino, lo que pienso al hacerlas. ¡Carpe diem!

Un saludo con chispa!
Emilio

37 comentarios:

  1. Enhorabuena por tu fantástica foto y buena reflexión, eres un maestro. ¡Carpe diem!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Alegría leerte Carlos! Muchas gracias, y ya quisiera ser yo un maestro. Me alegra te guste, y es resultona la imagen, pero, créeme, no fantástica...
      Un abrazo!

      Eliminar
  2. Celebremos el carpe diem, cada diem, jejeje, ahora que es findesemanem...
    Saludem.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Pues sí, el fín de semana es un buen momento para celebrarlo. Gracias por pasar Dyhego. Y disfrútalo con alegríem...

      Eliminar
  3. Creo que a esa foto le sobran las palabras. Solo hay que pararse a reflexionar. Feliz día :D

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Yo sólo digo que la reflexión me vino a la cabeza al imaginar el rayo... Ciertamente, da que pensar la posibilidad remota... Encantado y pasate cuando quieras. Felíz día para tí!

      Eliminar
  4. Hay quien dice que una foto es "realidad congelada", y por lo tanto ficción aunque corresponda a un hecho real. Pero entre nosotros, no le veo mucho sentido. Lo digo porque según cómo, para una estrella nosotros somos simples instantáneas en el tiempo y, sin embargo, somos capaces de comprenderlas y en cambio no al revés.

    Y es que la foto SE SALE!!!

    Un abrazo

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias Valaf.
      Interesante punto de vista ese de situarte en la inmensidad del espacio infinito y tratar de entender qué somos para la estrella... Desde luego, brillamos mucho menos. Eso sí, sabemos porqué brillan ellas..., y hasta porqué nosotros no lo hacemos.
      Muchas gracias. No creas, no se sale tanto...
      Un abrazo para tí.

      Eliminar
  5. Impresiona esa instantanea en el momento preciso y en el lugar idóneo. Un látigo de 7 puntas de rabiosa luz en ganadora competición con las imponentes farolas, pero como la fama se desvanece en otro instante, pero tu lo has atrapado para siempre.

    Así me gustaría atrapar los buenos y extraordinarios momentos dentro de una cajita y sacarlos cuando los necesite para que se repitan de nuevo, pero ilusa de mí, me conformo con tu "Carpe diem" y que me quiten lo bailao.

    Emilio con lo difícil que debe ser hacer algo así, compra un billete de la loteria que estás en racha. ;)

    Besos maravillados.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Que no, que no es para tanto... De todas maneras, muchas gracias
      Aquí hay, así es, un instante captado. El del señor paseando por el puente y mirando sorprendido porqué demonios le apuntaba con mi cámara. Pero lo demás, incluída la "chispa", es cosa mía. En todos los sentidos. Lo importante de esta imagen es el impacto conseguido. Y desde luego creo que eso lo tiene. Y me alegra te guste y despierte la conciencia del "carpe diem", que es en realidad en lo que pensaba yo al hacerla.
      Besos de vuelta

      Eliminar
  6. Espléndido trabajo, Emilio. Si es cierto que una imagen vale más que mil palabras, la cita "Carpe diem" se ilustrará a partir de ahora con esta oportuna y genial toma.
    Un abrazo

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Sí, de alguna manera, pensaba en eso al hacerla. En ilustrar la idea del latinajo.
      Por eso la he plasmado en una interpretación libre. La toma es oportuna, a secas. No genial. Pero lo agradezco, porque el resultado está desde luego a la altura de lo que yo esperaba lograr con ella.
      Otro abrazo para tí.

      Eliminar
  7. Es difícil captar el momento preciso en que cae un rayo, pero no imposible; de la misma forma que es dificil que un rayo nos churrusque, pero no imposible. Es, cuestión de estadística.

    Bss.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Así es. Estadística pura y dura. El dato numérico es una estadística de la wikipedia, elaborada supongo teniendo en cuenta el número de casos de rayos que alcanzan a personas entre el número de rayos caídos. Luego que pase, pasa. Y fotos de rayos hay. Hacerlas, se hacen. En mi caso, la estadística no se cumplió. Ninguna. Pero la foto plasma más una idea que me vino a la cabeza al hacerla.
      Bss de vuelta.

      Eliminar
  8. ¿Casualidad, oportunismo o mucha paciencia? ¿Verdad o mentira? Una imagen extraordinaria como la reflexión que la acompaña. Quizá es poco probable que nos parta un rayo, pero hay tantas otras cosas que nos pueden dejar fuera de juego sin poder chistar siquiera que más vale aplicarse el cuento: Carpe diem.

    Besos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Así es Jara. Planteada la duda, lo importante es tomar la decisión correcta: disfrutar lo que tenemos, que no es poco, por poco que sea.
      Besos y gracias por pasar!

      Eliminar
  9. El lugar lo conozco, el hecho de que la foto esté en blanco y negro es fantástico, el rayo es una expresión de poder de la naturaleza que en un pis pas nos puede dejar hechos un carboncillo. Disfrutar del momento cuando se puede porque cuando llega una mala racha es como si el rayo te persiguiera por todas partes hasta hacerse contigo. Me encantan las tormentas... en casa.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. A mí me encantan en casa y fuera, pero si han de caer rayos, mejor en casa, sin duda. Gracias por mencionar el detalle: blanco y negro. Otra cosa que no era así... Pero a que (también) le va que ni pintado? ;-)

      Eliminar
  10. ¡Con mucha chispa!, te felicito.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias Tracy.
      Un saludo chisporroteante.

      Eliminar
  11. Extraordinaria conjunción de sucesos que te permitieron lograr semejante fotografía. Por lo demás, te diré que la vida es un instante, hay que saber aprovecharla.

    Abrazos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Digamos que he jugado un poco con el tiempo y el espacio, entre otras cosas. Lo más extraordinario es que yo pasara por allí e hiciera esa foto. No digo yo en ese momento y circunstancia, tan sólo, que pasé por ahí.
      Me alegra te motive a pensar en lo que tú mismo comentas.
      Encantado de saludar y pasa cuando quieras. Abrazos de vuelta.

      Eliminar
  12. Fabulosa foto, y a pesar de creer en el trabajo,el entusiasmo y el esfuerzo; me queda poco claro que tan útil resulta el logrismo al morir. En otras palabras, ¿Qué tan importante es en realidad ser recordado u olvidado? Aparte de los honores que se le puedan dejar a los hijos, ya pasadas tres generaciones ; ¿En que quedan ya igual de muertos Einstein o Douglas el desconocido?

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Interesante tu reflexión, aunque sería quizá buen tema de otra entrada. Qué huella dejamos al irnos. Porque está claro que polvo somos, pero polvo de estrellas..., eso decía Carl Sagan, y eso creo yo, y por cierto, a mí me parece precioso el pensarlo.
      Un saludo.

      Eliminar
  13. Impactante foto, que denota tu magistral "ojo", la oportunidad, la agilidad en el disparo y sobre todo, a los que te conocemos un poco, tu impronta vital y constante.

    "Carpe diem" amigo Emilio....y si puede ser en compañia de los que tu quieras.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Nada de magistral ojo, tan sólo, puede que un poco más entrenado que el de otros, pero desde luego mucho menos que el de otros muchos. Más me quedo con eso de la impronta que mira, hoy, me ha dado porque sea la "vital", cosa que para mi desgracia no suelo prodigar. Pero hoy toca efectívamente un poco de ¡"carpe diem"!
      Muchas gracias Marinela, y los mismos deseos para tí. Un abrazo!

      Eliminar
  14. Buena foto y mejor texto. Trato de repetirme algo así muchas veces. Hay que estar en paz con uno mismo, hay que atreverse a tomar decisiones, dirigir tu vida y que esta no se la que te dirija a ti. Saludos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. La verdad es que son pocas las veces en las que uno (hablo por mí) tiene la lucidez de ser consciente de eso. Y mira que es evidente... Menos mal que no caen casi rayos...
      Muchas gracias Roland. Saludos!

      Eliminar
  15. Que momento tan oportuno y bonito para captar esta foto. Pero ¿y si ese rayo te hubiera tocado a ti, ya que estabas por ahí? Supongo que por eso escribes lo que escribes....¡tienes mucha razón! vivir el presente es lo que toca....Nos lo han dicho muchas veces hasta que un día te das cuenta de que es verdad, que el presente es lo único que tenemos. El futuro puede que ni lo veamos y el pasado ya ni se ve. Siempre he dicho que tus fotos me encantan. Oportunas y artísticas. Se nota que sabes lo que haces, que eres dueño de tu máquina y de tu cabeza, que rezuman sensibilidad. Pero los escritos son estupendos, yo creo que son el complemento necesario para poder "ver" tus fotografias. Gracias, Emilio por transportarnos a lugares y momentos que ni podemos imaginar. Un abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias Chelo. Me esfuerzo en que se complementen ambas cosas, siempre me apetece enseñaros lo que veo, pero, además y especialmente, explicar porqué lo fotografío. El porqué es siempre algo que ocurre sólo para mí, sólo en mi mente, también en este caso. El rayo no lo ví. Sólo lo imaginé. Y claro, tenía que enseñároslo para poderos explicar el todo en la entrada de hoy. Si os he llevado allí donde me lleva mi imaginación, ese terreno que va más allá de donde llega mi cámara, ese territorio que sólo es mío y que me apetece compartir..., pues es justo lo que pretendía.
      Un abrazo a tí!

      Eliminar
  16. Aprovechar el momento y escuchar a tu corazón, grandes consejos das, felicitaciones por el buen texto Emilio.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias Boris!
      Encantado de saludarte y ya sabes dónde andamos. Lo del consejo..., pues sí, yo mismo me lo digo cada día..., otra cosa es ser capaz de recordarlo cada momento. En eso andamos. Saludos!

      Eliminar
  17. El primer pensamiento al ver la imagen fue una tentación, un impulso: meter los dedos para separar el rayo y ver el blanco de la nada detrás.. Es que me dió la impresión de esas arrugas profundas que se hacen en un viejo papel doblado y desdoblado tantas veces.. Cada vez que lo desdoblas puede que se rompa, puede ser la última vez que resista la insistencia del gesto... Carpe diem.
    Me gusta en blanco y negro. Y la idea de que el cielo se rompe sobre nuestras cabezas mientras caminamos el cada día... y si un mal rayo nos parte, pues carboncillos a la mar.
    Me ha encantado Emilio.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Qué original lo del papel. Es también una bonita metáfora que gira en torno a la misma idea, de tanto usar y girar y doblar por el mismo sitio, como los giros que damos a nuestras vidas, como la cantidad de veces que la arrugamos hastiados para luego volver a alisar el lienzo y repintar con nuevas ideas...
      Me alegra te haya gustado. Muchas gracias por pasar y por tu comentario.
      Un saludo Nepalí!

      Eliminar
  18. Composición llena de detalles y efectos especiales.
    Me gusta, como tu reflexivo texto.
    Saludos.
    Ramón

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Así es Ramón. Una composición con efectos, para mí, imprescindibles de cara a esta reflexión que me alegra te haya gustado. Viniendo de tí, agradezco hayas apreciado el trabajo.
      Un saludo!

      Eliminar