martes, 28 de mayo de 2013

LA GATA SOBRE EL TECLADO. La isla desierta.


¿Que me llevaría a una isla desierta?, a una de esas islas que salpican el mar turquesa del Caribe como partículas escapadas del Paraíso. ¿Alguna vez os han hecho esa pregunta, o quizás os la habéis hecho a vosotros mismos?
Pues yo, no me preguntéis porqué -desvaríos de la primavera supongo- me la he hecho en esta tarde ventosa de primavera. Y  he sido presta en contestar. 
En primer lugar, no me iría, porque estoy muy bien donde estoy, en mi ciudad mediterránea empapada de sol, en mi barrio de extrarradio donde crecen las palmeras. y a cuya sombra charlan los ancianos de la vida ya vivida. Pero bueno, si me pusieran una pistola en la espalda, probablemente sería sensata y me iría, y me llevaría, en primer lugar, crema solar, factor máximo,  para no achicharrarme como una lagartija de secano. Metería en la mochila, claro está, un libro para matar el aburrimiento, una libreta, un bolígrafo y una mantita de algodón, que digo yo que por muy paradisíacas que sean esas islas, por la noche debe soplar un surrusco de esos que te hielan hasta las entrañas. 
Y en otra maleta, ésta invisible,  guardaría todos mis recuerdos, que ya son muchos, y mis ilusiones, que si rebusco con insistencia por aquí y por allá, alguna me debe quedar. Me llevaría también mis decepciones, que han sido más de las que esperaba, No podría olvidarme de mi sonrisa, la cual ni en las peores circunstancias me ha abandonado.  Llevaría conmigo los nombres de algunas personas para  no olvidar nunca lo que es la amistad. Y acarrearía también con los nombres de otras personas para no olvidar nunca lo que es la traición. Me llevaría todos mis sueños, los que se cumplieron y los que aún pululan por ahí un tanto descacarillados. Me llevaría lo que aún queda de mi espíritu rebelde por si encontraba por allí alguna causa injusta contra la cual rebelarme. Y, por ultimo, metería en mi mochila invisible, el objetivo más básico y más perseguido a lo largo de cualquier vida saludable, ser feliz a pesar de los pesares. 
Y me sentaría debajo de una palmera caribeña, como los ancianos de mi barrio, y me olvidaría definitivamente de usureros, políticos, banqueros, jueces, inspectores de hacienda, ladrones de calzón blanco, corruptos variados, yernísimos reales, tesoreros rateros hipotecas, deudas, notificaciones, impuestos, tasas falseadas, normas insensatas y leyes estúpidas.  
Y dejaría atrás, para siempre, el miedo. 
Sólo por eso ya valdría la pena achicharrarse un poco. 

12 comentarios:

  1. Me lo estoy pensando....Y quizás nos veamos por esa isla alejada de tanto caos para vivir sin tantos corruptos....

    Un cálido abrazo

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  2. Lo has descrito tan bien que dan ganas de coger un avión y volar hacia la isla....abandonar el terreno conocido y perdernos en el desconocido.,

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  3. La verdad es que dan ganas de abandonar y salir corriendo de este puñetero caos.

    Pero yo no me llevo casi nada, algún recuerdo pero nada de todo aquello que me lleve a revivir momentos negros. En cuanto a las ilusiones, maleta vacía para llenarla con todas las que vayan saliendo.

    Compramos billete, ya.

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  4. Me pongo a hacerme esa pregunta y ya te cuento. Parece mentira, pero es mucho más difícil de contestar de lo que aprenta el tema. Una cosa está clara, el día que llegase me acordaría siempre de tu lista. No tiene desperdicio.
    Un saludo Amparo "Crusoe"!

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  5. Sneyder, es que viendo la foto de la islita y el mar turquesa, es fácil mandarlo todo a tomar viento y escaparse de esta absurdo caos. Nos vemos en la isla, algún día.

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  6. Hola Gemelas ¿a qué dan ganas de mandarlo todo a rodar? Pues os cuento. Tengo un primo que es escritor; su novia, pintora, sus amigos artistas... alquilaron una preciosa casa en la Toscana entre todos y se dedicaron durante casi un mes a escribir, pintar, esculpir. No es una isla desierta, pero ¿a qué es buena idea?

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  7. Marinela, quizas tengas razón en lo de la maleta vacía. A veces es mejor no acordarse de ciertas cosas y de ciertas personas.

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  8. Evidentemente, Emilio, tu te llevarías, además, tu cámara. Ya me cuentas.

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  9. Llévate esa segunda maleta vacía...estés donde estés, no tardarás en llenarla de todo lo que crees necesarios guardar.: Nuevas ilusiones, amigos que compartirán tus recuerdos, un espíritu rebelde que reconocerías en cada intento de supervivencia..... y una felicidad que irías construyendo pensando en todo lo viejo y malo que dejaste atrás...
    Estupenda reflexión Amparo!!!!
    Un abrazo de amistad......

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  10. Si me pongo a pensar qué me llevaría, el asunto pierde su encanto, empieza a parecerse a un viaje cualquiera. Mejor que el mar me escupiera allí, accidentalmente, sin planes.. y ya veríamos qué echaba de menos y qué traía...
    Qué chulo Amparo.

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  11. Me tienta mucho el último párrafo pero creo que no me compensaría perder a los que quiero. Vaya, que no quiero yo irme a una isla desierta, acabaría harta de mí misma.
    Pero me ha gustado tu desvarío primaveral, he pasado un rato entretenido e incluso me he parado a pensar un poquito

    Besos

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  12. Siempre se hace la pregunta de qué cosas te llevarías, es original que contestes además con las cosas que te gustaría dejar.

    Un abrazo!

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