Cuando el sol cae y vuelvo a casa en el ocaso la luz es dorada y el día se despide con sus últimos fulgores. Las farolas se prestan a brillar y algunas palomas buscan su nocturno aposento en balcones estrechos y lúgubres.
Las sombras son densas y alargadas, el sol se acuesta tarde en verano, y otra noche nos espera entre las tórridas tinieblas de finales de junio.
Hoy sólo os dejo una imagen y muy pocas palabras.
Prefiero iniciar la andadura veraniega sosegadamente, a ritmo de crepúsculo y soledades.
Pronto, un día de estos, los grillos negros y alegres me recordarán otros momentos felices. Mientras tan sólo esta paloma en vuelo ascendente y un rayo de sol que inunda el cristal sucio y polvoriento de la elegante farola, en la sobria fachada del IVAM.
Un caluroso abrazo de principios de verano.
Emilio
Las sombras son densas y alargadas, el sol se acuesta tarde en verano, y otra noche nos espera entre las tórridas tinieblas de finales de junio.
Hoy sólo os dejo una imagen y muy pocas palabras.
Prefiero iniciar la andadura veraniega sosegadamente, a ritmo de crepúsculo y soledades.
Pronto, un día de estos, los grillos negros y alegres me recordarán otros momentos felices. Mientras tan sólo esta paloma en vuelo ascendente y un rayo de sol que inunda el cristal sucio y polvoriento de la elegante farola, en la sobria fachada del IVAM.
Un caluroso abrazo de principios de verano.
Emilio
Buen momento sereno..
ResponderEliminarlos grillos siempre vuelven a cantar..
Gracias MaRía y encantado de saludarte.
EliminarLos grillos..., ¡es que me traen tan buenos recuerdos de otros tiempos! Cuando en verano de pronto un día los oigo, es un mundo de recuerdos el que me llega... Esta entrada sabe a anochecer de verano... pero para mí aún le falta algo.
Es un momento muy bonito del día. Sobre todo si no hay calimas para que el paisaje resulte nítido.
ResponderEliminarSalu2 níti2.
Así es, y estar en la calle a esas horas todo un deleite de luces y sensaciones.
EliminarSalu2 para tí y gracias!
La foto está hecha "A poqueta nit", una forma de decir en valenciano que ya es un poco de noche, que el sol cae- aunque tarda-, pero que el calor no va a ceder en absoluto. Yo, a la fachada del IVAM, además de sobria, quizás la hubiera llamado ¿horrible? Buena entrada, aunque yo esperaba algo relacionado con el antiguo testamento y las ballenas de andar por casa. Ya me entiendes.
ResponderEliminarJejejejjjj..., te entiendo, pero en el último momento mi ánimo dió un giro..., y mi entrada también.
EliminarDe momento aspiro a remontar el vuelo, como la paloma a contarluz...
Saludos!
Yo me pierdo durante la semana los cálidos atardeceres porque en esos momentos estoy en otro lugar que se llama farmacia y ojalá dure muchos años . A mí también me traen muchos recuerdos los grillos al caer la noche y ya en la oscuridad . A menudo el verano nos trae recuerdos de otros tiempos pero no por eso debemos dejar de saborear los que nos traerá esta nueva época estival. Un saludo
ResponderEliminarTengo entendido que eso va a cambiar al menos por una temporada, y podrás compartir esos cálidos atardeceres con quien tú prefieras... A ver qué saboreamos este año... ¿polos de horchata?
EliminarY vivan los grillos!
Has capturado esos rayos solares oblicuos que juega con las sombras que además se conjugan con la fachada de color del atardecer. Cálida imagen y con una definición increíble, se puede contar las plumas de los extremos de las alas de la paloma.
ResponderEliminarMe transmite esa sensación de alivio, cuando a esas horas del caluroso día pienso que la noche caerá y descenderá la temperatura, traerá un poco de fresquito....o quizás no, al menos no oiré las chicharras.
Besos con el color y el calor del atardecer.
Gracias Gemelas! Tal y como vas saliendo hacia el río el sol te va pegando en la cara, esos rayos de sol... alegran y alivian sí, porque se van yendo a dormir y anticipan unos pocos, poquitos grados menos... Algo es algo!
EliminarBesos color dorado también para tí!
Hola salado, digo, calado. Me encanta la foto. Es esa hora azul y dorada del crepúsculo veraniego en esas soledades entre dormidas y a la espera de una noche de "farra" juvenil a la orilla del mar.Lo que mas me gusta es el vuelo de la paloma, captado en ese preciso instante y el farolito, protagonista de tanta escenas amorosas y canciones románticas....Pero en todo, veo un deje de amargura...de cansancio, de desaliento. Calado, no me gusta leerte así. Quizá sean apreciaciones mías y la que este sumida en ese estado sea yo. Por lo tanto a ver si me sacas de mi ensimismamiento al próximo calados. Un besazo.
ResponderEliminarPues el vuelo de la paloma es el tercero o cuarto. Estas fotos las imaginas, las buscas y finalmente las esperas, y con suerte llegan. Pero ya digo, esta es la última de varios vuelos menos adecuados...
EliminarEl farolillo, así iluminado a contarluz, parecía brillar con luz propia y ciertamente añade ese ambiente que intuyes. En cuanto al deje..., pues viene de serie. Tranquila, ya viraré.
Besazo de vuelta!
Me gusta la tonalidad y lo que expresa el ocaso, con esas sombras pegándose al edificio. La paloma sale mejor que posando jaja. Bonita foto.
ResponderEliminarGracias Roland! Sí, he tratado de expresar esa sensaciones del final del día, especialmente en esas tonalidades y cómo no, con esas sombras imposibles de ignorar...
EliminarSerán las ganas de mar.... la fachada es arena dorada y el cielo mar azul... y claro, la paloma que vuela soy yo, que me iria ya mismo .. Así de sencillo.
ResponderEliminarQué bonita la luz del atardecer, todo lo matiza. Y que inevitable seguir el último rayo de sol hasta que se diluye del todo.
Un abrazo.
Te traiciona el subconsciente... Pero es que el verano está, no ahí... ¡aquí!
EliminarPues que lo disfrutes, convertida en paloma o en espuma de mar.
Gracias como siempre y un abrazo de vuelta!