Este domingo en la montaña, parecía escaparse el último sol cálido de otoño, era como una despedida y lo hacía acompañado de unas cuantas nubes viajeras. Me quedé en silencio, bajo el eucalipto alto y recto, recostada en su tronco...¿habéis tocado el tronco de estos árboles?....
...El silencio, esa puerta invisible que nos acerca a lo más profundo de nosotros mismos.
Hoy, mi silencio se mezcla con sonidos de este espacio; campo abierto, sol, brisa y la imagen fija de las montañas en el horizonte. Me encuentro aquí y ahora, en mi pequeño mundo circular adormecida en un breve letargo, propiciado por esa naturaleza, mansa y tranquila que se renovará en la primavera.
En este escenario, los sonidos que acompañan mi tiempo forman una pequeña orquesta; cantos de pájaro, chicharras, el zumbido terco de cualquier insecto doméstico y la brisa, la que al rozar mi cara que obstaculiza su paso, se agita y eleva la voz.
…El sol va dejando huella en mi piel blanca que se ha enrojecido y provocado una capa de diminutos lunares…
Mi mente vuela dejándose llevar por el suave viento, ahora, cómplice del tiempo que planea detenerse para regalarme unos minutos de quietud. Momento que aprovecho para cerrar los ojos y abandonarme y en un intenso suspiro, asciendo al azul que me imagino, luego, van apareciendo otros colores que se mezclan en la gran paleta de mis sensaciones, componiendo un arco iris de paz…
…el sol ha dejado su huella y una sensación de sed me despierta del letargo… tomo tierra, se rompe el silencio, me subo al escenario… y vuelvo a caminar…
El tiempo ha pasado, siempre pasa deprisa cuando se sabe deseado....y con la inercia de mis pasos me alejo de esa imagen fotografiada que me espera y me acoge, cada vez que yo quiero...
Hay que aprender a confiar en los sentidos y en los sentimientos....se descubren tantas cosas...!
Un saludo calado
Marinela
Que paz...
ResponderEliminarMe gustaría despertar mañana ahí.
Besos.
Sentirse en paz, en silencio con uno mismo es algo necesario para seguir actuando...
EliminarBesos
Muy bucólico. Dan ganas de perderse y no regresar nunca.
ResponderEliminarUn abrazo!
Bueno a veces es así, nos movemos buscando esos momentos para evadirnos y en muchos de ellos nos quedaríamos "colgados" hasta que pasara la tormenta...
EliminarUn abrazo
Me gusta esa sensación de paz y libertad que me da esa foto!!
ResponderEliminarUn saludo
Es un lugar al que es difícil resistirse, como tú dices, la sensación de paz y libertad es más fuerte rodeada de naturaleza.
EliminarSaludos
Música ideal para un espacio ideal. ¿O es al revés?
ResponderEliminarPues no se Dyhego, esto es como ¿qué fue primero, el huevo o la gallina?..
EliminarPero en este caso fue el espacio que me rodeaba el contacto con los árboles, que para mi tienen una atracción especial, lo que me llevó a acordarme de Kitaro y su "Silk Road", que por supuesto, ya conocía. y que también me inspiraba las mismas sensaciones de tranquilidad y paz.
Saludos
Algo parecido a subir al cielo debe ser.
ResponderEliminarBesos.
Pues si Mar, algo así como volar.....
EliminarBesos
Qué recuerdos me trae este Kitaro... Perderse como explicas..., qué gozada! me quedo con la frase del final. confiar en los sentidos y permitirse el descubrir cosas... me resulta muy adecuada!
ResponderEliminarSaludos Marinela!
Así es Emilio, perderse de vez en cuando, para volver, claro....
EliminarTendríamos que escucharnos más, son muchas las ocasiones en las que nuestro supervisor interior nos da señales de peligro y no le hacemos caso, si escuchásemos más y mejor nos dejaríamos influenciar por lo que nos aportan nuestros sentidos y esos sentimientos que afloran y no dejamos que alcen la voz.
Saludos Emilio
¡Qué maravilloso momento de paz!
ResponderEliminarTe entiendo. Es un ejercicio que intento prácticar siempre que las circunstancias que me rodean son las propicias. Pararme a escuchar el silecio vivo de la naturaleza, dejar que los sentidos ganen a la cabeza y que nos inunden esas sensaciones maravillosas.
Me ha encantado compartirlo el tuyo.
Besos
Es verdad que lo hacemos cuando las circunstancias nos son propicias, pero ¿no crees que deberíamos buscar nosotros esas circunstancias y no esperar a que se produjera el momento?, bueno supongo que depende de la necesidad, creo que inconscientemente, cuando lo necesitamos lo hacemos, lo buscamos..
EliminarUn beso Jara,
Hace meses que las montañas las veo desde el balcón de mi casa, allá a lo lejos, entre el sonido del tráfico y el ulular de las ambulancias. Desde que empezó este mes "me ha dado" por pasar los fines de semana en las salas de urgencia, primero por mí; luego por mi hijo. Ya no sé lo que es la paz, os lo aseguro.
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarÁnimo Amparo que todo pasa!
ResponderEliminarBesos
mejor un lunar de tu cara, que toda la Pinacoteca nacional......."
ResponderEliminarEs bonito dejarse envolver por el silencio, el sosiego, es vivificante.
Un abrazo!
(pues tengo más de uno) ;)
ResponderEliminarEs bonito, necesario, renovador, satisfactorio.....y un largo etc. de calificativos+++
Un abrazo Latour